Generalmente estamos acostumbrados a conducir sin carga por lo que conocemos de antemano como reaccionará nuestro vehículo a la hora de frenar o en situaciones inesperadas pero esto cambia y mucho cuando por ejemplo nos vamos de viaje y colocamos el equipaje en el maletero o simplemente un día debemos transportar algo pesado. La estabilidad del vehículo es un aspecto que deberemos tener muy en cuenta ya que la sobrecarga no solo aumenta el consumo de combustible sino que hace que el vehículo tarde mucho más en detenerse.
¿Cómo influye la carga en el funcionamiento del vehículo?
El vehículo será más lento e inestable: Disminuye la potencia del motor, así como la capacidad de aceleración y repuesta.
La presión de los neumáticos es diferente con carga: Deberemos comprobar y regular la presión de los mismos antes de iniciar la marcha para que se ajuste al peso que llevamos y así evitar un reventón.
Alteración en el centro de gravedad del vehículo: La distribución irregular de la carga podría causar que perdamos el control ya que el centro de gravedad se ve alterado.
Cambios en el ángulo de las luces: Si la carga está en la parte trasera del vehículo podría ocasionar que el morro del coche se incline ligeramente y que por tanto el ángulo del haz de luz que proyectan los faros ya no sea el reglamentario.
Aumento de la distancia de frenado: A mayor peso más le costará al vehículo detenerse.
¿Cuál es la distancia de frenado de un vehículo con carga?
Cuando llevamos carga debemos tener muy presente que la distancia de frenado de un vehículo cargado aumenta hasta en un 17% ya que el incremento en el peso hace que el vehículo tenga que recorrer más metros para poder detenerse. Aunque hay diversos factores que influyen sobre la distancia de frenado, como las condiciones meteorológicas y de la calzada, el estado de la suspensión, entre otros, es posible tener una idea aproximada de que distancia recorrerá nuestro vehículo en condiciones normales hasta detenerse del todo, cuando llevamos sobrecarga o un peso al que no estamos acostumbrados, para ello debemos hacer lo siguiente:
Primero debemos calcular la distancia de frenado, para ello multiplicaremos la velocidad al cuadrado y dividimos el resultado entre 180.
Finalmente, para conocer la distancia de frenado de un vehículo con carga le añadiremos al resultado anterior un 17%.
Por ejemplo, si circulamos a 55 km/h necesitaremos hasta 3 metros más de recorrido mientras que un camión mediano circulando a una velocidad de 88,5 km/h tiene una distancia de frenado de 91 metros, el doble de lo que tardaría un coche en iguales circunstancias.
También se debe tener en cuenta que el sistema de frenos de un camión es diferente ya que existe un tiempo de retraso después de que el conductor pisa el pedal, mientras que en los coches es casi instantáneo.
Dicho esto, es muy importante que tengamos siempre en cuenta la carga y como esta influye sobre la estabilidad de nuestro vehículo ya que puede determinar el detenernos antes o después de un paso de peatones y por tanto la prevención de accidentes.